Ya hace unos cuantos años que vengo observando una moda muy curiosa y bastante extendida entre el género femenino.
Si, hablo de esas mujeres que para justificar cualquier manía, error, salida de tono, discusión, ir de guays o de torturadas según convenga y en definitiva, para hacer lo que les de la gana, dicen que son bipolares.
¡Yo es que me cago en mi puta vida! Sufrir de un trastorno bipolar o cualquier otro trastorno de la personalidad es algo muy serio. Que le pregunten a uno de los muchos que padecen enfermedades mentales si mola tanto o es fácil.
